Es un espacio concebido principalmente para la práctica de ejercicio físico de los pacientes infantiles oncológicos como parte de su terapia durante el periodo de hospitalización.
El fin de este espacio es vincular terapia e investigación para mejorar en tiempo real la calidad de vida de los pacientes y reducir los efectos a corto, medio y largo plazo del “síndrome de encamamiento” que sufren desde el momento en que son diagnosticados de cáncer.
En esta Unidad de Terapia interaccionan y confluyen médicos y terapeutas, investigadores, y por supuesto, los verdaderos protagonistas de este proyecto: los niños y las niñas.
La zona de activación ofrece la posibilidad de realizar actividad física libre y ejercicios relacionados con el deporte y el juego, con el propósito de activar físicamente a los pacientes, entretener y dotar al hospital de un lugar que fomenta la sociabilización entre pacientes. Además, aloja a los pacientes que acuden en grupo al espacio y que esperan su turno para ejecutar rutinas y actividades tanto a nivel físico como emocional.
La zona de ejercicio dirigido, iluminada a través de varios lucernarios, está dedicada al ejercicio con maquinaria bajo supervisión de profesionales. Todas las máquinas y demás dispositivos que aquí se encuentran están pensados para llevar a cabo el ejercicio físico pautado por los médicos y guiado por los terapeutas. En esta zona se realizarán las valoraciones y pueden producirse momentos de ejercicio emocional, por lo que debe primar la privacidad con la zona de activación física.
El laboratorio de investigación, dedicado a la recogida y medición de los datos surgidos de la actividad realizada en la Unidad, se encuentra en un módulo anexo al pabellón a través de un panel acristalado. Es un espacio que, liderado por una persona investigadora, cuenta con el equipamiento necesario para extraer información relevante y alimentar un sistema más grande de profesionales de la salud y el deporte que permite ampliar el estudio preliminar sobre los beneficios del ejercicio físico en la cura del cáncer infantil.
El proyecto arquitectónico impulsado por la Aceleradora Unoentrecienmil cuenta con el diseño y el desarrollo de Murado & Elvira, una oficina multidisciplinar dedicada a proyectos y obras innovadoras de arquitectura y diseño interior, que en este caso ha creado "un proyecto para el optimismo, con una atmósfera serena y estimulante para los niños a través de un sistema arquitectónico modular y sostenible, capaz de adaptarse a los distintos emplazamientos y necesidades de cada hospital."
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